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A la espera de un apoyo

Marlenny fue desplazada del norte de Santander en el 2002, sin embargo luego de llegar al departamento del Tolima su vida se tornó aún más complicada de lo que había sido, ya que llegaron a Ibagué sin una de sus hijas que fue desaparecida por la guerrilla y sumado a esto, a uno de sus hijos lo mataron un 24 de diciembre por problemas en el barrio.

En Norte de Santander, Marlenny y su familia eran dueños de una finca de 18 hectáreas de las cuales fueron desalojados y las FARC pasaron a adueñarse de esas tierras.

Han pasado 6 años desde que Marlenny vio por última vez a su hija a quien se la llevaron para el Sur de Bolívar, por lo cual no ha conseguido definir su situación como víctima ni la indemnización por la desaparición de su hija, ha acudido a la defensoría del pueblo y a diferentes entidades donde afirma que sus derechos han sido vulnerados.  

En su lugar de procedencia, cultivaba en su finca y de ahí salían los alimentos que consumían en su casa, pero en el barrio que vive en la actualidad, es un barrio marginado, enmarcado por violencia y consumo de drogas, un ambiente que no es adecuado para sus hijos de menor edad.

Luego de la muerte de su hijo, Marlenny ha acudido a diferentes entidades públicas,  incluyendo la defensoría del pueblo en Bogotá pidiendo una reubicación, para darle una mejor calidad de vida a sus pequeños hijos, a los cuales la misma policía toma acciones en contra de ellos.

La ayuda ha sido pedida desde el 20011, con un sin número de cartas y peticiones para poder salir del barrio Álamos al sur de Ibagué, por este tiempo que ha esperado las ayudas del gobierno, un juez que lleva su caso dijo que podría acceder a demandar al estado por todo lo que ha tenido que vivir en los últimos años.

La única ayuda que ha recibido Marlenny llegó en septiembre de 2012, pero luego de esta fecha no ha vuelto a recibir nada y ya han pasado más de dos años sin que consiga solución a sus problemas, Marlenny también afirma que no le han llegado ayudas porque las personas que trabajan en las entidades sólo atienden a personas que sean allegados a las mismas entidades o trabajadores de estas.

Marlenny vivió un tiempo en Cali, a donde viajó con sus tres nietas, sus hijos y por pedir el favor de que le regalaran un vaso de agua para una de sus pequeñas nietas, la policía la denunció con bienestar familiar para que le quitaran  los niños que tenía a su cargo, fueron 8 largos meses luchando por recuperar a sus pequeños y pidiéndole protección al gobierno para que no les sucediera nada nuevamente.

Volvió a Ibagué a seguir luchando para que la catalogarán como víctima y así poder recibir las ayudas que el estado brinda a las personas víctimas del conflicto armado, dice que muchas de las ayudas terminan en manos de personas que no lo necesitan y que ya han salido adelante luego de ser desplazadas y que aún hay muchos que si necesitan estas ayudas para poder sobrevivir.

En septiembre del 2011 con la ayuda que recibió, decidió que construiría un segundo piso en su casa, pero ella misma afirma que una casa no da de comer y que los once millones que le dio el gobierno los pudo invertir en otra cosa que a futuro le generará un ingreso fijo.

 

Marlenny afirma también que aunque en Ibagué ha vivido con muchas problemas, no quiere volver a Norte de Santander a tratar de recuperar sus tierras ya que quien vuelve es a buscar la muerte, tiene muy malos recuerdos de aquel lugar, finaliza su historia contando que un cilindro bomba mató a su nieta de 3 meses, ya que por el impacto de artefacto a la pequeña niña se le desprendió el corazón

Son partes que muchos quieren olvidar, llegar sin cama, sin ropa y dejando toda su vida detrás por buscar un futuro incierto a raíz de la violencia que se vive en diferentes partes del país y que cada día afecta a más personas.

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